Baila las emociones
Baila las emociones nace del cruce de dos lenguajes que han marcado mi camino: el de la psicología y el de la danza. Desde muy joven, el cuerpo ha sido para mí una vía de expresión, de verdad y de refugio. Y con los años, acompañando a muchas personas en consulta, he visto una y otra vez cómo el cuerpo guarda, protege, calla y también clama.
Este proyecto es el fruto de una búsqueda personal y profesional: ¿Cómo podemos integrar el trabajo emocional profundo con la sabiduría del
cuerpo? ¿Cómo abrir espacios de transformación que no pasen solo por la palabra, sino también por el gesto, el ritmo, el pulso vital?
Baila las emociones es una propuesta de acompañamiento emocional y crecimiento personal a través del cuerpo, el movimiento, la danza libre, el trabajo simbólico y la expresión creativa. Es un espacio cálido, cuidado y profundamente humano donde cada persona puede reconectar consigo misma a través del movimiento auténtico, sin necesidad de saber bailar ni de “hacerlo bien”. Porque aquí no se trata de estética, sino de presencia. No de técnica, sino de verdad.

¿Qué sucede cuando bailamos
desde dentro?
Bailar las emociones es mucho más que moverse. Es permitir que el cuerpo diga lo que la mente censura. Es darle forma a lo que sentimos, a lo que nos atraviesa, a lo que no sabemos explicar con palabras. Es entrar
en contacto con nuestras partes más escondidas, más silenciadas, más vivas.
En cada sesión, el cuerpo se convierte en un instrumento de escucha y expresión. No buscamos pasos, coreografías ni rendimiento físico. Lo que
buscamos es autenticidad, conexión, movimiento interno. Trabajamos con músicas cuidadosamente elegidas, propuestas simbólicas, visualizaciones guiadas, ritmos que invitan a explorar distintos paisajes emocionales.
Cuando el cuerpo se mueve con libertad, algo se ordena dentro. Aparecen lágrimas, suspiros, risas, temblores, intuiciones, memorias. Y con cada gesto, con cada respiración consciente, vamos soltando lo que ya no nos sirve, recuperando nuestra voz, nuestro deseo, nuestra potencia.
espacio?
Este espacio está abierto a todas las personas adultas que deseen reconectar con su cuerpo, con sus emociones y con su parte más auténtica. No es necesario tener experiencia previa en danza ni estar en
terapia. Solo necesitas el deseo de darte un tiempo y un espacio para ti, para sentir, soltar y expresarte.
También es un espacio muy valioso para terapeutas, profesionales del acompañamiento, docentes o personas que trabajan en lo relacional, y que necesitan cuidar su mundo emocional desde otro lugar.
Además, acompaño de forma específica a mujeres que desean reconectar con su ciclicidad, con su cuerpo vivido y no juzgado, con su creatividad, su placer y sus propios ritmos.
las emociones?
Cada sesión está diseñada como un pequeño viaje simbólico y corporal, con una estructura clara y cuidada:
Comenzamos con un aterrizaje suave, un espacio para llegar al cuerpo, al presente, a la respiración. Aquí nos conectamos con el grupo, con el espacio y con nosotras mismas.
Proponemos movimientos orgánicos, sacudidas, estiramientos, juegos rítmicos que invitan al cuerpo a despertar y soltar tensiones acumuladas.
Entramos en una secuencia musical que acompaña distintas emociones: la rabia, la tristeza, la alegría, el miedo, el deseo, el amor…
No hay una forma correcta de moverse. Cada una lo hace a su manera, desde lo que siente, desde su autenticidad.
A veces trabajamos con elementos simbólicos (velas, piedras, telas, dibujos, arquetipos) que nos ayudan a conectar con sentidos más profundos del momento vital que estamos atravesando.
Finalizamos con un tiempo de recogimiento, de escucha interna y grupal, donde podemos poner palabras, imágenes o silencio a lo vivido. Honramos el proceso y agradecemos al cuerpo por su verdad.

Porque el cuerpo siente, recuerda, habla. Y muchas veces, lo que no pudo ser expresado con palabras —por miedo, por desconexión— puede emerger con fuerza y claridad en el movimiento.
Como psicóloga, sé que el trabajo emocional necesita contención, límites claros, seguridad interna. Por eso, las sesiones de Baila las Emociones están pensadas desde un marco terapéutico sólido, con una profunda conciencia del cuidado del otro, del sostén emocional y de la ética en el acompañamiento.
Aquí no hay espectáculo, ni improvisación sin dirección. Cada propuesta ha sido diseñada desde mi experiencia clínica, formativa y vivencial. Es una forma de volver a casa. De recuperar la escucha del cuerpo, la sabiduría del gesto, la poesía del movimiento. De transformar el dolor en ritmo, el miedo en fuerza, la rabia en empuje vital, la tristeza en agua que limpia.